Capítulo 12: Logros...

Tres meses pasaron, era el momento de partir, estaban en el aeropuerto despidiendo a SJ y deseándole suerte, EJ intentaba hacerse fuerte al igual que SJ.

-Me voy, les encargo mucho a HN y a SM, cuiden de ellas, me comunicare todos los días con ustedes, hare mi mejor esfuerzo y volveré con éxito.

-Hijo cuídate, te deseo mucha suerte, come bien y duerme bien.

-Eun Jo, te encargo a tu cuñada, cuida de ella, ya que es muy distraída y un poco tonta, no dejes que haga tantos alborotos.

 HN miro a SJ con tristeza en sus ojos, estarían separados mucho tiempo, tenía que ser fuerte y no llorar, pues tenía que apoyar a cumplir los sueños de su esposo…

-Mi pequeña HN, cuida de nuestra SM, Te Amo, volveré pronto y recuerda que si sucede algo malo debes avisarme, no importa si tengo que atravesar el mundo, regresare. Por favor cuídate mucho. SJ se despidió tiernamente de HN y de su hija, les dio un beso y se marchó.

Regresaron a casa un poco cabizbajos, SJ estaría ausente 6 meses.

 SJ también estaba triste, en el avión miraba las fotografías de HN y SM, pero era un sacrificio que hacía por ellas, para darles lo mejor. Quería comprar una casa al regresar, para poder vivir los 3 en familia.

 Todos en casa estaban muy tristes, la ausencia  podía sentirse por todos lados, en el hospital también extrañaban todos al Dr. Baek, pero esperaban regresara pronto con mucho éxito.

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Finalmente SJ regreso, 3 meses después de lo previsto, todos se reunieron en la casa de la familia Baek, esperaban darle la bienvenida, había globos y serpentinas por todas partes, un pastel que  decía “Bienvenido”, y la mejor sorpresas de todas, la pequeña Su Min con casi un año de edad ya podía decir dos palabras: Mamá y Papá, sin duda SJ sería muy feliz al escuchar a su pequeña decirle Papá.

 SJ llego  al aeropuerto y se sintió extrañado de que nadie fuera a recibirlo.

-Dónde estarán todos, porque nadie fue a recibirme al aeropuerto. –Se sentía molesto, después de tanto tiempo y nadie iba a recibirlo, malhumorado tomo sus maletas y se dirigió a casa, al llegar azotó la puerta, estaba tan molesto que ni siquiera se percató de que había globos y mensajes de bienvenida por toda la casa.

 De pronto escucho una vocecita que decía “Papá”, sintió mariposas en su estómago, sus ojos se cristalizaron, era la voz de su hija, la voz más dulce y tierna que había escuchado en su vida. Volteo la mirada y ahí estaba, era su pequeña, la hermosa SM, estaba en brazos de su madre, SJ estuvo a punto de derramar una lagrima de felicidad, cuando de pronto escucho un gran alboroto.

¡Sorpresa! (gritaron todos)

 -SJ, te queríamos dar la sorpresa, SM ya puede decir dos palabras, papá y mamá, mañana será su primer cumpleaños.

-Lo sé, soy tan feliz de regresar. Regrese justo a tiempo para celebrar el cumpleaños de nuestra pequeña SM.

-Se ve más hermosa y grande que en las fotos, las extrañe tanto, soy tan feliz de tenerlas en mi vida, que las palabras no podrían describir cuanta felicidad y cuan afortunado soy.

Llego el día del cumpleaños de la pequeña SM, hubo un pequeño festejo donde partieron un pastel y comieron sopa de algas, después todos en familia fueron al parque.

 -Oppa, SM quiere subir al trenesito, tienes que subir con ella.

-¿Yo? no lo creo, es mejor que tu vayas con ella.

-SJ, no seas testarudo, es tu hija, además es su cumpleaños, pero que gruñón eres, apenas regresaste ayer, debes empezar a convivir más con ella.-  Dijo la madre de SJ

 SJ finalmente se subió al trenesito con su pequeña, no podía creer de lo que era capaz de hacer por la dulce SM, al principio lo hacía gestos y se sentía un  poco avergonzado, pero conforme el juego avanzaba no podía evitar sonreír, el simple hecho de hacer algo que hiciera feliz a su pequeña lo hacía sentirse feliz y orgulloso, no importaba lo ridículo que podía llegar a verse, mientras SM sonriera.

 Regresaron a casa y SJ acostó a SM, SJ fue y le canto una canción para arrullarla, mientras HN observaba de lejos, estaba gustosa de ver a SJ convivir con su hija, habían pasado mucho tiempo separados.

-Por fin se durmió, no sé de dónde saca tanta energía, estuvo despierta todo el día, es como un travieso caracol.

-Sí, tiene mucha energía, es desgastante cuidarla.

-HN, lo he decidido, mañana iremos a buscar casa, nos mudaremos, tendremos nuestra propia casa, una casa con un jardín muy grande, ahí SM y Hachi podrán correr.

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Paso un mes y por fin ya tenían su propia casa, donde  SJ planeaba envejecer junto a su pequeño caracol. SJ ya era un oncólogo pediatra y HN seguía trabajando como enfermera, Seo Hyun había regresado al hospital, pero ya era un hombre casado, encontró a su media naranja durante su estancia en las comunidades de Busan, JG y Christine, pronto tendrían a su primer hijo mientras que Kim Joo y Min Ah estaban a punto de casarse, todo marchaba muy bien para los amigos de HN y la familia Baek.

Las  investigaciones de SJ sobre el cáncer habían tenido mucho éxito y debido a esto era excluido de hacer su servicio militar, él ya había enaltecido el nombre  la nación, con las contribuciones que había hecho, tenía muchos premios y pronto iba a competir por el premio nobel de medicina. HN estaba muy contenta, SJ ya no tendría que irse 2 años a hacer su servicio militar, eso era una gran noticia, estaba segura que SJ ganaría el premio nobel y de no ser así, de todas formas ella estaba muy orgullosa de él.

-Sería perfecto si yo ganara el premio a la mejor enfermera del mes- se lamentaba HN

-Pero tú eres una muy buena enfermera, estoy muy orgulloso de ti, la verdad no creí que te apasionaría tanto ser enfermera, pero eres muy buena en lo que haces, mi pequeño caracol.

HN se propuso trabajar duro y obtener el premio a la mejor enfermera del mes, todos los días antes de ir al trabajo dejaba a la pequeña SM en la guardería, donde después la recogía su abuela y al salir HN o SJ del hospital pasaban por ella para después ir a su casa.

HN se esforzaba en ser la mejor en todo, pero no siempre podía, corría de un lado a otro, los demás enfermeros no tenían hijos por quien preocuparse, ella tenía una hija y un esposo en los que pensaba todo el tiempo, quería complacerlos en todo, así que ella no siempre podía quedarse a hacer guardias, pero aun así ella se esmeraba mucho en su trabajo.

-HN, ya termine mi turno, vamos a casa.

-Ve tu solo, tengo que quedarme y hacer una guardia, hoy no puedo decir que no.

-Pero te ves cansada y mira esas ojeras  que tienes, no me gusta.

-Debo trabajar duro para estar a tu nivel.

-Pero no estamos compitiendo, yo te quiero así como eres.

-Se hace tarde, tengo que irme, le das un beso a nuestra SM de mi parte.

-Ok, al rato pasaremos por ti.

SJ se fue y paso por su hija como de costumbre, llego a casa y preparo la comida para SM y también preparo algo de comida para HN.

En el hospital HN trabajaba arduamente, todos sus compañeros se sorprendían de la entereza de HN, realmente era una guerrera, cuando se proponía algo hacia todo lo posible por lograrlo, nunca se daba por vencida y los pacientes estimaban mucho a HN, porque ella era muy noble y también se preocupaba por el lado humano de sus pacientes, eso era lo que hacia la diferencia.

-HN, has visto a SJ, tengo que pedirle unos consejos de hombre a hombre.

-Ya se fue, debe estar en casa, ¿de hombre a hombre por qué?

-Es que pronto me casare con Min Ah y necesito unos consejos, aunque pensándolo bien no creo que sirva de mucho, SJ es un testarudo poco romántico.

HN por fin termino su turno y ya iba a su casa cuando ahí afuera del hospital estaba Sun Mi en brazos de SJ, que habían ido por ella al trabajo.

 -Omo, omo ya están las listas de los empleados más destacados del mes, vamos a ver quién está…  ¿qué?

HN había ganado el premio a la enfermera más destacada del mes, era una gran sorpresa, la primera vez en tantos años, todos comenzaron a felicitarla, HN no podía creerlo, su esfuerzo había valido la pena.

Cuando HN llego a casa se encontró con una fiesta sorpresa, era su cumpleaños, de la felicidad del  premio a la mejor enfermera olvido que era su cumpleaños, ahí estaban sus amigos enfermeros, los amigos de la preparatoria. Un gran regalo  para ella. Al terminar la fiesta SJ le dijo que le tenía preparada una sorpresa, era un ramo de flores ,SJ se arrodillo y saco una caja, en esa caja había un anillo, el anillo de compromiso que nunca tuvo, él nunca quiso darle un anillo, porque para él era algo muy cursi, algo sin sentido, pero ahora le estaba dando un hermoso anillo como regalo de cumpleaños.

-Es solo un pequeño regalo, te lo mereces, no se compara con todo lo que me ha faltado por darte, es una baratija para lo que tú realmente te mereces, sé que no puedo comprarte con regalos y que tal vez es lo que menos esperas, pero quiero que empecemos de nuevo en nuestro hogar, que todo sea distinto, prometo no ser tan frio y nunca más dejarte sola, llenar de calidez tu vida.

SJ tomo a HN de los brazos y la llevo a la habitación, donde el olor de su pelo y su suave piel lo hacían perder el control… mientras jugueteaba con sus labios, le repetía una y otra vez cuanto la amaba….

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En el hospital Parang  iban a hacer una gran ceremonia en honor al Dr. Baek y dos Dres. más,  habían obtenido el premio nobel.

-HN, ¿por qué tardas tanto, se está haciendo tarde, tanto tiempo para arreglarte?

HN bajo de su habitación con un vestido espectacular, SJ quedo sorprendido al ver a su esposa, era hermosa, se veía maravillosa con ese vestido, no pudo evitar sonreír de la felicidad de que esa mujer tan bella fuera su esposa.

El evento comenzó y todos felicitaban a Dr. Baek por sus logros, pero al ver a HN todos quedaban deslumbrados, algunos la miraban con envidia, pero ella solo sonreía a todos.

 -Le pedimos al Dr. Baek que pase al estrado a decir unas palabras.

- Gracias a todos que vinieron a felicitarme, pero debo decir que este logro no es mío, sino de todas las personas que están detrás de él, a mi familia y amigos  por apoyarme siempre, a KJ, por abrirme los ojos y aguantarme siempre, por sus consejos y apoyo incondicional, pero sobre todo gracias a una persona, que sin ella no habría podido lograr nada, ella me hizo seguir adelante y cuando estuve a punto de abandonar el proyecto, me impulso a no rendirme, he aprendido de ella a luchar y no rendirme, porque ella es una gran luchadora y la admiro, es mi ejemplo a seguir, nunca me dejo solo. Sin ti, no soy nada, porque tú eres mi motor, eres la luz que hay en mi vida y junto con mi hija me hacen cada día despertar y tener una razón para esforzarme más y vivir esta vida que sin ustedes no sería nada. Gracias a ustedes dos, mis princesas. Las amo.